Para el día número dos se debe agregar azúcar, harina de fuerza y agua. Quizá no se note la diferencia con el aspecto de la masa del día anterior, esto es perfectamente normal así que no hay que preocuparse. Se debe añadir medio vaso de harina de fuerza, medio vaso de agua y una cucharadita de azúcar. Hay que remover hasta integrar todos los ingredientes y dejar reposar, en iguales condiciones que el día anterior, durante 24 horas más.
Para el día número tres se debe agregar nuevamente harina de fuerza y agua. Después de dos días de fermentación, el aspecto de la masa debe ser diferente. Se pueden observar burbujas en la superficie, incremento en volumen y un olor ligeramente acre, que no es desagradable. Esto último, es buena señal, porque indica que la masa madre ha empezado a activarse.
Para este día debemos añadir medio vaso de harina de fuerza y medio vaso de agua, remover hasta integrar todos los ingredientes y dejar reposar, en iguales condiciones que el día anterior, durante 24 horas más.
Para el día número cuatro se debe retirar el líquido de la superficie y añadir harina de fuerza. El aspecto de la masa madre cambia ligeramente, aunque todavía se pueden ver unas pequeñas burbujas en su superficie. Se forma un poco de líquido marrón en la superficie que se debe retirar con cuidado, utilizando una cuchara o similar y desechar. Este líquido marrón es agua con algunos azúcares procedentes de los cereales fermentados.
En este día sólo queda espesarla un poco, para ello se deben añadir medio vaso de harina de fuerza, remover hasta integrar todos los ingredientes y nuevamente, dejar reposar, en iguales condiciones que el día anterior, durante las últimas 24 horas.
Para el día número cinco la masa está lista para ser utilizada, el aspecto debe ser cremoso, con burbujas en la superficie y un ligero olor ácido. A partir de este momento, se puede comenzar a usar la masa madre, en la elaboración de todo tipo de panes, pizzas, bollería, etc.
Para conservar la masa madre natural, si se va a utilizar todos los días, no es necesario conservarla en la nevera, con dejarla a temperatura ambiente, es suficiente. Si se va utilizar cada varios días, se debe guardar en frío y tapada. Después, el día que la se vaya a usar, se debe sacar de la nevera con antelación y atemperarla, para despertar a las levaduras y bacterias que, estarán adormecidas por efecto del frío.
Cuando se utilice parte de la masa madre para alguna elaboración, se debe añadir harina de fuerza y agua en partes iguales para restituir su volumen inicial, remover y dejar a temperatura ambiente unas horas. Cuando se note, que la masa madre se reactiva, se tapa el recipiente y se mete de nuevo en la nevera.