Ya se sabe que el pan aporta fibra, hidratos de carbono, vitaminas del grupo B, minerales como el fósforo, calcio, magnesio y proteínas vegetales. Se puede estar tranquilo con comer menos de 250 gramos de pan al día. Es bien saber que cuanto menos reposa el pan, más engorda y más dificulta la digestión.
Hace mucho tiempo las personas como los abuelos actualmente, no concebían una mesa de comida, sin pan. Ellos no lo sabían, pero todo lo que aporta el pan forma parte de la base de la alimentación.
El pan es considerado como un producto que contribuye al equilibrio alimentario, está exento de grasas, sacia a quien lo consume, tiene un sabor neutro ideal para acompañar a otras comidas y es económico.
Sin embargo, los hábitos alimenticios del ciudadano del siglo XXI son muy distintos, se suele comer fuera de casa y se cocina menos. De hecho, se tiene la tendencia de sustituir el pan por otros productos más energéticos como la bollería industrial o el pan artificial enriquecido con grasas hidrogenadas.
Actualmente, hay facilidades de comprar pan a cualquier hora del día en gasolineras, comercios pequeños, tiendas, etc. Pero, ¿se puede confiar en la salubridad de ese producto? Quizá no perjudique la salud, pero hay que tomar en cuenta la calidad y el valor nutritivo del mismo.
Evidentemente la diferencia existe y está en el gusto, el pan prefabricado no tiene nada que ver con el delicioso pan artesanal, elaborado en un horno tras un largo proceso de fermentación. El aroma y el sabor son los principales indicadores de la calidad de este alimento.
Si huele a pan es buena señal, es decir que, el tiempo de reposo ha sido el adecuado. Cuanto menos reposo tenga, más engorda. Además, un almidón mal cocido genera una masa compacta que dificulta la digestión. Es un de los motivos de la decadencia del pan, pero no es el único.
Muchos siguen señalando al pan como el principal elemento que hace engordar. Es un mito, ya que las personas que se plantean esta pregunta no se han parado a pensar que las calorías de los alimentos siempre engordan, vengan de donde vengan. La realidad, es simple, una persona gana peso si ingiere más de lo que quema. Se necesitan más de unas 2.000 calorías al día, y 100 gramos de pan contienen entre 230 y 250. Si se toman menos de 250 gramos de pan al día, se puede estar tranquilo.