Como se comentó en el post anterior, vamos a enfocarla las próximas informaciones en algunos tipos de harinas que pueden existir al momento de elaborar panes o pasteles.
Se puede comenzar con la Harina de garbanzos, se dice que la harina de garbanzos, proviene de Turquía o del norte de Siria, desde hace mucho tiempo. En Oriente, en especial en la India y Pakistán, la harina de garbanzos se utiliza de forma constante para la preparación de panes, tortas y para el rebozado de empanadillas, ya que aportan una gran consistencia.
En España, comenzó a utilizarse después de la postguerra, ya que era un sustituto ideal del huevo, para preparar la tortilla de patatas.
La harina de garbanzos es rica en proteínas, minerales, vitaminas, hidratos de carbono y fibra. Es considerada un elemento ideal para la dieta de las personas celiacas, porque no contiene gluten y es de fácil asimilación por el aparato digestivo y contribuyendo con un gran aporte nutricional y una gran variedad alimenticia, necesaria para el equilibrio energético.
Esta harina, es muy recomendada para la preparación de panes, por su textura cremosa y que también se puede añadir semillas y otros cereales que enriquezcan su sabor.